De como el demonio se las arregla para que la persona no sea liberada.

De como el demonio se las arregla para que la persona no sea liberada.

Conforme se avanza en el exorcismo, se hace, aun, mas necesario hacer un seguimiento de la "HOJA DE RUTA PARA LA LIBERACIÓN" con la máxima exigencia. El demonio desea que el paciente poseído desista de librarse de el y empieza a trabajar en diferentes frentes, en el plano espiritual, le quiere hacer creer que la "Hoja de Ruta" impuesta por el exorcista, no sirve para nada y le ataca a través de la fe (Lectura de la profecía de Malaquías 3, 13-20a) para que desista de las oraciones, asistir a Misa, sacramentos, Etc. y en definitiva de todas esas acciones contra el Maligno y que pueden conducirle a su liberación. En el plano físico, busca también hacerle creer que de continuar por el camino emprendido, su salud corre un serio peligro, actuando sobre los órganos causando la sensación de que van a estallar o creando enfermedades, salvo que se vea claramente que se trata de la influencia del demonio, recomiendo que se acuda al médico y que este determine la dolencia que nos aqueja.

Hasta aquí hemos visto la acción del demonio sobre el cuerpo espiritual y también sobre el cuerpo físico. En el plano mental se aprovecha de la increencia de psiquiatras y le hace creer que lo que la persona poseída tiene es sencillamente una tara mental aconsejándola que acuda al psiquiatra para que la diagnostique. Aquí tengo que hacer una clara observación y es la connivencia con la que el demonio trabaja con el psiquiatra, al demonio que lo que mas le gusta y desea es pasar desapercibido, con el psiquiatra llega al clímax, al psiquiatra incrédulo; es decir, a todos  y que no creen en la existencia del demonio, con mas facilidad es influenciado por el y en ambos, en el paciente poseído y el psiquiatra incrédulo se ve con claridad la acción del demonio. En este caso, mi recomendación es acudir primero al exorcista. Ahora entiendo porqué en tiempos de nuestro Señor Jesucristo liberaba a tantas personas, vista esta circunstancia desde nuestros días, pareciera que hoy día hay menos endemoniados, craso error, los endemoniados, ahora, son mas que antes, lo que cambia es que aparecen en escena los psiquiatras que se apoderan de los poseídos, les pone tratamientos que no siguen y terminan en centros de salud mental que todos costeamos. Habría que echar cuentas que es mas rentable para la sociedad o el psiquiatra y sus enfermos mentales o el exorcista y sus endemoniados.
En cuanto al cuerpo astral, los ataque que realiza el demonio a la persona, aquí tienen su origen, son todas esas manifestaciones, normalmente de noche que nos parecen como sueños pero que no lo son puesto que estamos plenamente conscientes de lo que sucede, algunos las llaman experiencias extrasensoriales pero que si durante la manifestación del demonio rezas un Padrenuestro, todo se desvanece. Se suelen producir durante el acoplamiento de tu cuerpo astral en el cuerpo físico, cuando sales de tu cuerpo, son esas sensaciones de parálisis, de falta de respiración y que el demonio le gusta aprovechar para atemorizar con manifestaciones de su propia presencia aterradora, intentos de estrangulamientos y terrores nocturnos. Este tipo de manifestaciones nos están indicando que el demonio está tras de nosotros, por lo tanto es el momento de hacer una revisión de vida y buscar la conversión. Este cuerpo astral está unido al físico a través del cordón de plata, como una prolongación del cordón umbilical y es aquí curiosamente uno de los lugares de nuestro cuerpo donde empezamos a sentir la presencia del demonio en nuestro interior, produciéndose inflamación del vientre, es frecuente escuchar que se tiene la sensación de estar embarazada. Sin duda es un momento complicado donde los ángeles custodios tienen que hacer acto de presencia y trabajar a destajo, porque puede pasar cualquier cosa; de hecho algún caso conozco, los propios demonios me lo dijeron, se trata del caso de una persona que durante su salida al astral entraron bastantes demonios, ni siquiera llegué a contarlos, era como una algarabía, todos hablando a la vez. Pobre mujer, preparé un informe y se lo enviamos al obispo de su diócesis. No hicieron caso alguno, dijeron que no era posesión y se lavaron las manos. Me enteré con posterioridad que el único lugar que podían utilizar para realizar el exorcismo lo estaban empleando en una actividad de la que obtenían un beneficio económico y de realizar el exorcismo con seguridad perderían esos ingresos. ¿Que os parece? No me avergüenzo de ser cristiano porque afortunadamente para mi, la fe la tengo puesta en Jesucristo.